Su sonrisa dotada de ternura
Se hundió en los vicios de la deshumanización.
Se hundió en los vicios de la deshumanización.
Quedaron en el asfalto los sueños
y un instante de dolor en la memoria repitiéndose
dejó en cada esquina del recuerdo
infinitas manchas de nostalgia.
y un instante de dolor en la memoria repitiéndose
dejó en cada esquina del recuerdo
infinitas manchas de nostalgia.
Por las ventanas de un martes de
nubes disecadas
se escaparon las luces del siglo,
tenía el tiempo entre sus dedos
con la velocidad de una mañana de miedo
resbalando sus ondas
en la pendiente negativa del fin.
se escaparon las luces del siglo,
tenía el tiempo entre sus dedos
con la velocidad de una mañana de miedo
resbalando sus ondas
en la pendiente negativa del fin.
Un concierto de estrellas
atesorando los ojos de la multitud
con furias verticales hacia el suelo
sobre las hojas de cacao descienden,
ahogándose en la noche que bebió su clorofila.
con furias verticales hacia el suelo
sobre las hojas de cacao descienden,
ahogándose en la noche que bebió su clorofila.
Una gota de silencio dibujó la
pseudoesfera
para trazar las finitas alas de mis visiones.
Surge en la penumbra que dilata mis días,
un volcán de horas amargas.
para trazar las finitas alas de mis visiones.
Surge en la penumbra que dilata mis días,
un volcán de horas amargas.
Congelando la blancura de las
sábanas
su cuerpo horizontal
refleja en la mirada del camillero
la eterna imagen del viaje
y una irónica sonrisa
multiplicándose en el rostro apocalíptico de la sala
donde la esperanza armoniza los sentidos.
su cuerpo horizontal
refleja en la mirada del camillero
la eterna imagen del viaje
y una irónica sonrisa
multiplicándose en el rostro apocalíptico de la sala
donde la esperanza armoniza los sentidos.
Vimos la plaza moviéndose.
Un temblor de sombras dilatando los cristales del aire,
el estruendo predijo la desolación
y el gris de las estatuas que pueblan las calles
envolviendo el tiempo en su signo de moneda.
Un temblor de sombras dilatando los cristales del aire,
el estruendo predijo la desolación
y el gris de las estatuas que pueblan las calles
envolviendo el tiempo en su signo de moneda.
Movidos por las alas miserables de
la orfandad
lluvias salobres mojaron nuestros cuerpos
y los corazones líquidos
fraguaron con la brisa metálica de la razón.
lluvias salobres mojaron nuestros cuerpos
y los corazones líquidos
fraguaron con la brisa metálica de la razón.
En Los Botados,
dioses de barro rondaban la cama de los niños
y un rumor de plegarias repetidas
por los mortales que gobiernan Yamasá.
dioses de barro rondaban la cama de los niños
y un rumor de plegarias repetidas
por los mortales que gobiernan Yamasá.
Veintinueve monedas moradas
y su rostro adornando la bandera
suficientes para liberar al asesino.
y su rostro adornando la bandera
suficientes para liberar al asesino.
El eco de sus miserias en Bayaguana
resuena,
árboles grises reflejando sus acciones parásitas
en los troncos carcomidos de la sociedad.
árboles grises reflejando sus acciones parásitas
en los troncos carcomidos de la sociedad.
Vinieron con el viento las
veintiocho plagas de diciembre,
cuyas garras marcaban los pasos de la niñez
dibujada en las hazañas rítmicas de la carretera
y el trotar de los caballos.
cuyas garras marcaban los pasos de la niñez
dibujada en las hazañas rítmicas de la carretera
y el trotar de los caballos.
Celebrando el canto de la niña y su
estómago vacío
que reflejó los sueños cristalinos
en las turbias aguas del arroyo,
en el parque las muchachas moviendo la cintura
olvidaron la escena
donde corruptos y verdugos
encabezaban la fila para besar las manos al Cristo de los milagros.
que reflejó los sueños cristalinos
en las turbias aguas del arroyo,
en el parque las muchachas moviendo la cintura
olvidaron la escena
donde corruptos y verdugos
encabezaban la fila para besar las manos al Cristo de los milagros.
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