Danilo
Medina tiene una forma diferente de hacer demagogia. Es más ‘humano demasiado
humano’ a la hora de jugar con la conciencia de la gente. Su discurso penetra
en el corazón de la humanidad, extrayéndoselo violentamente. Debió nuestro
presidente haber vivido en la edad media. Sabe muy bien rezar antes de
lanzarnos a la hoguera de la muerte. Tiene una forma sutil de chuparles el tuétano
a los pobres. De arráncale de sus trémulas manos la última gota de esperanza.
Una de las principales promesas
de su propuesta de gobierno era hacer sentir en los barrios marginados los
reflejos del desarrollo macroeconómico. Y ellos les creyeron. Están acostumbrados
por las religiones a creer en lo que no existe. En lo que nunca llega. Prometió
también el presidente Medina (con su lenguaje de sujeto mal alfabetizado)
combatir la delincuencia. ¿Lo está haciendo? Bueno, tiene una banda organizada
y manipulada llamada Policía Nacional, que se encarga de ir eliminando los parásitos
creados por el sistema. Una banda que siempre ha estado presente a la hora de
enfrentar al más débil. A la hora de pelear con el gladiador herido para
jactarse de una fuerza que no posee.
En Semana Santa nos dieron tres días
sin apagones. Por qué estás afligido si tienes agua y luz permanente, me
preguntaban los vecinos. Yo estaba bajo las mismas circunstancias que los discípulos
de Cristo en la última cena. Celebrando con un amigo que esperaba la muerte. Lejos
de disfrutar aquellos días de luz, los lloré amargamente. Sabía lo que vendría.
Y tenía razón. En estos posteriores a la Semana Mayor, el primer apagón va
desde las 7:00am hasta la 2: 00pm y el segundo desde las 4: 00pm hasta las
2:00am. Este segundo apagón crea un ambiente propicio para salir a atracar, es
lo más productivo que puede hacerse a esa hora sin energía eléctrica.
Pero ya sabemos que a los políticos
no les importan lo que expresen los ciudadanos. Como bien lo explica un ensayo,
comprometido con el Estado, del profesor Alejandro Arvelo. En una sociedad
construida bajo la filosofía del silencio, quien expresa lo que siente es el enemigo.
Además, la posición de un ‘disociador’ frente al gobierno no tiene importancia.
El pueblo no elige al gobierno pensando en lo que éste le prometa para el
futuro, sino por las migajas que los corruptos dejen caer en sus manos, unos días
previos a las elecciones.
No comments:
Post a Comment